Una compañía de ropa de Pittsburgh al borde de la bancarrota, allá por 1890, acudió a uno de los mejores copywriters de la historia para pedirle ayuda.
Lo de la honestidad brutal vuela tanto la cabeza porque es contraintuitivo. Hace falta tener valor para usarlo porque si no sale bien es muy fácil de criticar.
A mí también me gusta Romuald Fons. Me parece un tío muy muy listo
Lo de la honestidad brutal vuela tanto la cabeza porque es contraintuitivo. Hace falta tener valor para usarlo porque si no sale bien es muy fácil de criticar.
A mí también me gusta Romuald Fons. Me parece un tío muy muy listo
Sí, ser honesto y sincero (sin caer en el sincerocidio) es de valientes pero merece la pena.
Todo lo que merece la pena es difícil