En 1996, el japonés Toru Soeya funda Dreams Come True Inc. para dar rienda suelta a su amor por el diseño y los juguetes.
Desde el principio, su filosofía como empresario estuvo ligada al concepto japonés de “kawaii” que significa “adorable” o “lindo”.
Pero para él, “kawaii” no era solo una cuestión estética, sino la excusa perfecta para crear vínculos emocionales entre sus productos y los clientes.
En 2004, Soeya y su equipo comenzaron a trabajar en la idea de un pequeño muñeco que fuera más que un simple juguete.
Inspirado en los ángeles guardianes y los amuletos de la suerte, Soeya quería que el producto tuviera un propósito simbólico: ser un acompañante que trajera felicidad y suerte a quien lo poseyera.
Así nacían los Sonny Angels.
Muñecos diminutos (10 cm de alto), con rasgos angelicales y adorables, que cuentan con diferentes sombreros temáticos para despertar el deseo de colección.
Su lanzamiento al mercado, en 2004, fue discreto.
Soeya no tenía recursos para grandes campañas de marketing, así que apostó por un enfoque estratégico.
Desde el principio, replicó un modelo de negocio inspirado en los populares “gacha-pon” (máquinas expendedoras de juguetes en cápsulas) en Japón.
Vendía el producto en cajas sorpresas, para aumentar el deseo y curiosidad de saber qué muñeco te iba a tocar.
Además, añadió el elemento de escasez con pequeñas ediciones limitadas para que el sentido de exclusividad atrajera a los fanáticos coleccionistas.
Empezó vendiendo los muñecos en pequeñas tiendas especializadas en diseño y artículos “kawaii” en Tokio, frecuentadas por público joven y creativo.
El boca a boca hizo el resto.
Los primeros compradores (principalmente en Asia) compartían sus colecciones en redes (sobre todo, TikTok) y foros, regalándole la viralidad que necesitaba el producto. Empezaron a organizarse comunidades de fans en Japón y en el extranjero, compartiendo colecciones y buscando los muñecos más raros.
Encima, el Sonny Angel tenía un precio asequible y un tamaño perfecto para cualquier ocasión. Esto lo convirtió en un regalo perfecto.
Pero la fama mundial de estos muñequitos llega en 2024, con una foto que Rosalía publica en su cuenta de Instagram.
La compañía de Soeya ha sabido aprovechar el empujón mediático y llevan vendidos más de 1.300 millones en todo el mundo (el 80% de sus ventas en el último año).
Hoy, Sonny Angel es un fenómeno cultural, con fans en todo el mundo y ha hecho millonario a su creador.
¿Quién coño se puede resistir a estos muñequitos tan adorables?
Yo ya tengo el mío pegado en mi pantalla de ordenador (regalo de Navidad).
Recomendaciones
Sé que la pareja formada por Dabiz Muñoz y Cristina Pedroche suele caer mal a la generalidad de la gente. Pero el documental que han estrenado en Netflix sobre la compleja personalidad de este cocinero, merece la pena. Se llama UniversoXO y se adentra en la mente obsesiva (como fascinante) de uno de los mejores chef del mundo.
Curiosidades
En este anuncio/campaña de Dove, titulada “Retratos de Belleza Real”, un especialista forense del FBI que ha retratado a más de 3000 personas a lo largo de 28 años de carrera, realiza dos dibujos de 7 mujeres ocultas tras una cortina.
El mensaje final hace reflexionar sobre la autopercepción tan negativa que tenemos sobre nuestra belleza.
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Eso sí, ten claro que soy de dar caña y contar verdades.
Quién iba a decir que un muñequito con el culo y la churrilla al aire tendría tanto éxito. Si es que nos complicamos la vida sin necesidad