10 historias de fracaso que convirtieron a sus protagonistas en multimillonarios
Fracasar duele (por mucho que se glorifique últimamente).
Te deja cicatrices, te hace dudar de ti mismo y, a veces, te deja sin ganas de seguir.
Pero la diferencia entre los que siguen avanzando hasta lograr sus objetivos y los que se estancan, no está en evitar el fracaso (algo imposible), sino en cómo se interpreta.
Para algunos, un rechazo es el fin.
Para otros, es el principio. El mayor punto de inflexión a partir del cual sus vidas cambian para siempre.
Por eso, hoy te traigo 10 historias de fracasos empresariales y profesionales que marcaron el inicio de algo mucho más grande para sus protagonistas.
1. Brian Acton
En 2009, Brian Acton (el de la izquierda en la foto) buscaba trabajo. Aplicó a varias redes sociales conocidas como Facebook y Twitter. Fue rechazado.
Frustrado, pero con experiencia, decidió (junto a Jan Koum) crear su propia empresa: WhatsApp.
En 2014, Facebook (la misma empresa que lo rechazó) le pagó $19.000 millones por su aplicación. Hoy tiene un patrimonio de $3.600 millones.
2. Sara Blakely
Sara Blakely, fundadora de Spanx (una marca de ropa interior), pasó dos años recibiendo rechazos de fábricas textiles que no creían en su idea de leggings sin costuras.
Cuando finalmente logró producirlas, Oprah Winfrey recomendó su producto y todo cambió.
Hoy, Spanx es una empresa multimillonaria y Blakely se convirtió en la mujer más joven en EE.UU. en hacerse billonaria sin inversión externa.
3. Howard Schultz
Schultz no fundó Starbucks. Cuando propuso expandir el negocio con cafeterías al estilo italiano, los dueños originales le dijeron que no.
Así que creó su propia empresa: Il Giornale.
La hizo crecer tanto que terminó comprando Starbucks por $3.8 millones. Hoy, Starbucks tiene más de 35.000 tiendas en el mundo y factura $36.000 millones.
4. Whitney Wolfe Herd
Wolfe Herd fue cofundadora de Tinder, pero tras enfrentamientos internos y una demanda por acoso contra otro fundador, fue forzada a salir de la empresa en 2014.
En lugar de rendirse, fundó Bumble, una aplicación de citas donde las mujeres dan el primer paso.
Años después, Bumble se convirtió en un unicornio (empresa valorada en más de mil millones de dólares). En 2021, Wolfe Herd se convirtió en la mujer más joven en llevar una empresa a la bolsa, con una valoración inicial de $13.000 millones. Actualmente, factura más de $417 millones al año.
5. Henry Ford
Ford no tuvo éxito inmediato. Sus dos primeras compañías automovilísticas quebraron. Los inversores lo consideraban un mal gestor y lo dejaron sin dinero.
Pero en su tercer intento, Ford desarrolló el modelo T y la producción en masa, cambiando la historia de la industria automovilística.
El 7 de abril de 1947, cuando un derrame cerebral acabó con su vida a los 83 años, era uno de los hombres más ricos del mundo.
6. Anne Wojcicki
Wojcicki, fundadora de 23andMe, tenía una idea innovadora: permitir que las personas pudieran hacerse pruebas de ADN en casa para conocer su herencia genética y riesgos de salud.
Sin embargo, cuando buscó financiación, los inversores la rechazaban una y otra vez. Nadie creía que las personas estarían interesadas en pagar por conocer su información genética.
Aun así, Wojcicki persistió. Google invirtió en su empresa y, finalmente, 23andMe se convirtió en una de las compañías de biotecnología más influyentes del mundo, con una facturación anual de más de $219 millones.
7. Coronel Sanders
En la década de 1930, Sanders comenzó a gestionar una estación de servicio en Kentucky, donde ofrecía comida a los viajeros. Fue aquí donde perfeccionó su receta secreta de pollo frito.
A pesar del éxito inicial, Sanders enfrentó un revés en 1956 cuando se construyó una autopista que desvió el tráfico lejos de su restaurante, obligándolo a vender su propiedad a un precio bajo.
Con 66 años, utilizó su pensión para viajar por Estados Unidos y franquiciar su receta de pollo frito. Fue rechazado 1.009 veces antes de que alguien aceptara.
En 1964, vendió la empresa por $2 millones (equivalentes a más de $17 millones en la actualidad) a un grupo de inversores. Hoy, KFC es una de las franquicias de comida rápida más conocidas en todo el mundo, con una facturación de más de $33.000 millones.
8. Estée Lauder
Antes de convertirse en una de las empresarias más influyentes del mundo, Estée Lauder luchó por años para que sus productos fueran aceptados en grandes almacenes.
En sus inicios, las tiendas rechazaban su línea de cosméticos, alegando que el mercado estaba saturado y que su marca no tenía futuro. En lugar de rendirse, Lauder usó estrategias poco convencionales, como regalar muestras gratis y demostrar personalmente sus productos a los clientes.
Gracias a su tenacidad, finalmente logró que Saks Fifth Avenue le diera una oportunidad. Ese fue el inicio de un imperio. Falleció con una fortuna de más de 4.744 billones de dólares. Hoy, Estée Lauder Companies es una de las mayores marcas de cosméticos del mundo.
9. Jeff Bezos
Al inicio, Amazon era una máquina de perder dinero. Solo acumulaba pérdidas. Durante años, los inversores criticaban el modelo de negocio y dudaban de su viabilidad.
En 2000, la burbuja de las puntocom estalló, y Amazon estuvo a punto de quebrar.
Bezos, en lugar de rendirse, dobló su apuesta. Reinvirtió todo en la expansión de la empresa, diversificó los productos y apostó por la infraestructura tecnológica con Amazon Web Services (AWS).
Hoy, Amazon no solo es el mayor minorista en línea del mundo, sino que su negocio de computación en la nube genera millones de ganancias. Factura más de $500.000 millones al año, cambiando para siempre el comercio electrónico.
10. Cher Wang
Cher Wang, cofundadora de HTC, es una de las mujeres más poderosas en la industria tecnológica. Sin embargo, en sus inicios, lanzó varios dispositivos móviles que no lograron un gran impacto en el mercado.
En 2008, la compañía lanzó el HTC Dream, el primer teléfono con Android, lo que la convirtió en una de las marcas más innovadoras del sector. Hasta que Apple y Samsung dominaron el mercado. HTC perdió liderazgo y sufrió grandes caídas en ventas.
A pesar de los altibajos, Wang reinventó la compañía, apostando por la realidad virtual con HTC Vive, uno de los sistemas más avanzados de VR en el mundo.
Todas estas historias tienen algo en común: perseverancia, paciencia y resiliencia.
Lo que hoy parece un obstáculo insuperable puede ser la mejor historia de éxito que contarás en el futuro.
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